El 31 de marzo se cerró el plazo para la candidatura de Patrimonio Cultural Inmaterial a la Humanidad. Según las normas de la Unesco sólo podía ser recibida si estaba en inglés y/o francés. Es decir que una vez que los diversos especialistas habían rellenado el formulario: contando la historia, las infraestructuras, el evento actual ilustrado por fotos (10 en totalidad) y tras haber montado un video transmitiendo lo que representan los Caballos del Vino, el reto más complicado aún estaba por superar.
En efecto, al final de febrero dos expertos apasionados por los Caballos del Vino nativos en inglés y en francés se pusieron manos a la obra para traducir cada texto, títulos y el guión de la película. Esta fase no sólo es la más complicada sino que es la clave ya que las autoridades van a juzgar el festejo en uno de estos dos idiomas.
Entonces, el propósito de los traductores no era simplemente poner la candidatura en sus lenguas respectivas. En realidad, tenían que transmitir lo que son y simbolizan los Caballos del Vino sabiendo que el vocabulario es tan específico e insólito que existe únicamente en castellano, o mejor dicho en Caravaca.
Después de estas traducciones aún faltaba definir cuál iba a ser la candidatura oficial: la francesa o la inglesa. A raíz de una reunión en Murcia con las diversas autoridades implicadas se dieron cuenta de que la versión francesa era mejor que la inglesa. Así que la candidatura oficial, la que va a ser juzgada por la Unesco, es la traducción francesa.
Pero no preocuparos caballistas, esta versión está a la altura de las expectativas recreando a través de otro idioma la magia de un festejo único en el mundo.
Artículo de Leticia Martínez