La carrera

La carrera

¡Caballo en carrera!


El evento de los Caballos del Vino, descrito por D. Pedro Ballester, antiguo Capellán del Santuario de la Vera Cruz, como «insólito y pasional», cobra todo su significado y sentido en uno de los actos centrales de las Fiestas en Honor a la Santísima y Vera Cruz: la Carrera de la Cuesta del Santuario, conocida popularmente como «la Cuesta del Castillo» o simplemente «La Cuesta». Dos palabras que apenas pueden contener el torrente de pasión, fuerza y adrenalina que se desata en este episodio de la Fiesta.

Concebida desde el principio como una contrarreloj en la que compiten los diferentes animales de las peñas caballistas, sus orígenes legendarios se remontan a la Edad Media, cuando los cristianos templarios rompieron el cerco musulmán bajo el que se encontraba el alcázar, a la carrera con la fuerza de sus caballos, para llevar pellejos de vino a los prisioneros que allá arriba padecían cautiverio. La génesis más real de la carrera se encuentra en el cuarto final del siglo XX, cuando los mozos vecinos de la Calle Larga se reunían para competir por el caballo más veloz en subir la cuesta del Castillo para llevar a bendecir los vinos.

Tanto en el pasado como en el presente, la Carrera es uno de los acontecimientos más esperados y multitudinarios de las Fiestas de Caravaca. La contrarreloj con la que se prueban los caballos determina cuál de ellos es el más rápido en ascender la cuesta; pero no todo se basa en la velocidad del animal. Las reglas de la carrera exigen que el caballo llegue a la meta con sus 4 caballistas asidos a los flancos, so pena de ser descalificado. Entra en juego, por tanto, la pericia y resistencia de los mozos que controlan a la bestia, los cuales deben prepararla, guiarla y contenerla, si llegara el caso. La emoción de las peñas se palpa en el ambiente cuando sus caballos ascienden, y la tensión y los nervios están presentes en todo momento al comprobar los tiempos que marcan sus rivales.

Al terminar de subir todos los animales, se procede a entregar los trofeos a las diferentes categorías en la explanada de la Real Basílica Santuario, acto en el que participan las autoridades locales y festeras. Es necesario remarcar la extrema precaución con la que se debe asistir a la Carrera de la Cuesta. Es un acto muy popular, por lo que el lugar se atesta de público que ha de apartarse en el último segundo para dejar paso a los caballos y los caballistas. La aglomeración de personas, la velocidad de los animales, tropezones e imprudencias hacen que la Cuesta conlleve cierto riesgo, que se puede evitar y subsanar con alerta y sentido común. La Fiesta de los Caballos del Vino existe para ser disfrutada por todos; colaboremos para hacerla segura.

conviene saber:

Para acceder a la carrera en la cuesta del castillo recomendamos antes leer detenidamente el apartado de consejos de esta web. La carrera entraña sus riesgos aunque es un espectáculo digno de ver, pero siempre siendo conscientes de que hay que mantener la atención en todo momento.

La carrera en vídeo


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